Sinopsis: Monica Wright (Sanaa Lathan) y Quincy McCall (Omar Epps) son buenos atletas y adversarios desde la infancia que se aman uno al otro y también aman al baloncesto. Los dos persiguen el éxito en la cancha durante la escuela secundaria, la universidad y la liga profesional, pero en el camino deben de enfrentar sus propios obstáculos.
Lo primero, advierto que hago bastante spoiler pero como es una película sin repercusión mediática y bastante difícil de conseguir no creo que a nadie le importe, sino deja de leer ya.
Bueno, empezamos, ésta me ha gustado no sé si porque soy chica (con eso de que tiene "Love" incluido) o porque como no había manera de encontrarla ni subtitulada me la he tragado enterita en inglés y a una con su medio nivel de inglés le enorgullece haberlo entendido sino todo casi casi... dos horas de aguante.
Es original por varios motivos. Lo primero, la película se divide en cuatro cuartos muy diferenciados, como si se tratara de un partido de baloncesto.
Primer cuarto (1981): la infancia, los protagonistas son vecinos recientes en Los Ángeles, los dos juegan al basket, ella por afición y él porque lo hereda de su padre, un famoso jugador de los Clippers. Se conocen porque ella va "disfrazada" de chico a jugar a las pistas donde está Quincy jugando con sus amigos, cuando la permiten jugar ella se descubre como chica y les da una tremenda paliza que acaba con empujón de él hacia ella, la tira al suelo y la hiere en la cara. Se dan el primer beso. Bonita la instantánea de un poco más arriba.
Segundo cuarto (1988): el Instituto. Líderes de sus respectivos equipos de basket. Él es muy bueno y reclamo de todas las niñatas y ella tiene un carácter que hace que los ojeadores no la quieran en sus universidades. La verdad es que me encanta la actitud de ella, de las que no se callan cuando no está deacuerdo con algo. Son bastante amigos pero no están juntos, de hecho él pasa malos momentos porque sus padres discuten cada vez más y él escapa a casa de ella para dormir, él en el suelo, ella en la cama, no mezclemos. Ella es bastante masculina pero con ayuda de su hermana empieza a verse como mujer. Van a ver sus partidos mutuamente, se cuentan cosas. Mónica aprende a controlar sus emociones y conduce a su equipo a la final del campeonato estatal, donde su equipo está a la altura de la victoria. Acuden cada uno con su pareja al baile y él queda bastante "prendado" del cambio de ella pero al final de la noche cada uno ya en su casa, quedan desde las ventanas para verse y charlar como amigos, ella ha recibido una carta y no se atreve a abrirla, le pide a él que lo haga y resulta que es aceptada en la misma universidad que él, la USC. Acaban acostándose juntos.
Tercer cuarto (1988-1989): la Universidad. Están juntos. Su única preocupación es jugar a quitarse prendas mientras juegan al basket en la habitación. Pero, todo cambia, los padres de él se separan porque la madre descubre que el padre la engaña (que típico y qué tópico), la madre se lo cuenta a él y eso hace que su relación con Mónica se deteriore, además el padre se enfrenta a una supuesta demanda de paternidad. Mónica está más pendiente de ganar el campeonato en la universidad que de él. Lo dejan y él la pide que sean amigos, ella pasa.
Cuarto cuarto (1993): Liga profesional. Esto me ha llamado mucho la atención. Esto sucede unos años antes de la creación de la WNBA. Ella está en algo que llaman IWBA en Barcelona, es curioso verla paseando con la Sagrada Familia de fondo y entrando al Palau Blaugrana. Ella es bastante reconocida en España. Él, por su parte, lleva 5 años jugando en los Lakers pero haciendo un slam dunk o "mate" en un partido se lesiona gravemente. Ella va a verle al hospital porque se da cuenta de que renunció a su verdadero amor por el basket. Pero él está comprometido. Mónica deja el baloncesto y se traslada con su familia. Él se rehabilita de su lesión y al final ella le reta una noche en la cancha a que si gana ella que no se case. Él lucha y gana. Pero al final ella derrotada y marchándose del lugar, él le dice un "DOBLE O NADA" y se besan.
1998: Mónica ha pasado a profesional en la WNBA como miembro de las Sparks de Los Ángeles. Se ha casado con Quincy y usa el apellido Wright-McCall. La película termina con Quincy ayudando a su hija pequeña animando a Mónica mientras ésta se dirige a jugar un partido.
Pues con todo esto vengo a resumir que me ha resultado bastante entretenida, si quieres ver una película con tu novia, no lo dudes, es ésta, porque sí, habrá momentos que te aburras con los besitos y las discusiones de pareja pero la verdad es que en este film hay mucho basket y pasando por todas las etapas, en la calle, el instituto, la universidad y la liga profesional.
Tiene curiosidades como que él durante toda la película juega con el número 22, el de su padre, excepto cuando juega con Lakers al final de la cinta donde lo hace con el número 21. Ella siempre juega con el 32. En la primera escena, de niños, él lleva la camiseta de su padre de los Clippers y ella una gorra de Lakers. En la segunda parte de la película él lleva una chaqueta de Jordan. El equipo de ella en la secundaria es Cougars. Por cierto hay una innovación en uno de los partidos jugados por Mónica en esta etapa de su vida y es la cámara subjetiva donde se escuchan los pensamientos que tiene en ese momento, animándose a sí misma, intentando coger el balón, es, llamémoslo... diferente.
Moraleja noemidecine: del amor al odio (y al revés) solo hay un paso.
Además volver a ver a Sanaa Lathan en una película es un placer, ya la conocí en otro peliculón llamado Brown Sugar que incluso es posterior a ésta, del año 2002 y dirigida por Rick Famuyiwa si fuera vosotros no dejaría de verla, misma temática, amigos desde la infancia. Bonita historia.
Una cita:
"Comparten el mismo juego, mantienen sus sueños vivos. Todo vale en Amor y Baloncesto"
Una canción:
"Have you ever" de la cantante Brandy, os dejo este tema porque va acompañado de un vídeo de la película, que os animará a verla.
Una película:
Ay... que me sale la vena femenina que es más grande que "la otra". Para la semana que viene veremos otra con un poquito de las dos cosas, amor y baloncesto, esta vez bajo el título Jugada perfecta de Sanaa Hamri (2010).
Fuentes:
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