Si te gusta tanto el cine como a mí vamos a la taquilla y saquemos dos entradas, bebidas refrescantes y un buen bol de palomitas. Te prometo mil hazañas y aventuras que despertarán todos nuestros sentidos, reiremos, lloraremos y amaremos incluso a aquel señor calvo de la tercera fila. Durante un pequeño espacio de tiempo soñaremos todo lo que queramos ser. Adentrémonos en un recuerdo infinito que nos permita al menos al finalizar, el poder esbozar una pequeña sonrisa.